‘Prohibido arrojar la toalla’ por Jose A. Álvarez

OPINIÓN
El Gran Tarajal está atravesando la crisis más profunda de las tres últimas temporadas, los números mandan, y seis partidos sin ganar le están pasando factura a los ‘verdes’. A todos, a jugadores y al cuerpo técnico. Pero esto no es nuevo para los futboleros, todos los equipos sufren altibajos a lo largo de la competición, no se salva nadie, a unos les llega primero y a otros después, a unos les dura más y a otros menos, pero no hay ningún equipo que pueda mantener la regularidad durante 38 jornadas o más que dura la competición.
En Gran Tarajal los últimos años están acostumbrados a la victoria, a los ascensos, a las remontadas, a ganar siempre… pero hay que estar preparado también para los momentos difíciles, como es el caso. Ahora todos tienen que remar con fuerza en la misma dirección, hay puntos en juego más que suficientes para conseguir el objetivo, y si no se puede, que no sea por esfuerzo y sacrificio del plantel. Un plantel que no puede reprochar lo más mínimo a una junta directiva que les trata como a profesionales, todos y cada uno de los jugadores están al día en los cobros, lo acordado se cumple.
La plantilla del Gran Tarajal puede mirar a la cara a cualquier rival de la categoría, algunos de ellos ya han pasado por los momentos difíciles que atraviesa el equipo ‘cangrejo’ y lograron sobreponerse. El Marino y el Tenisca se llevaron una ‘manita’ del Municipal y están ahí, el Tamaraceite salió derrotado también, el Atlético Paso escapó vivo después de ir perdiendo 2-0.
¿Qué pasa?, ¿vamos a tirar por la borda todo el trabajo realizado?, ¿ya no creemos en el proyecto de principio de temporada porque no estamos en el playoff en el mes de febrero?.
Los marineros son los mismos y el capitán también, por lo tanto la nave debe de enderezar el rumbo ya, hay que dejar los egos personales a un lado y pensar como equipo, es el momento de volver a ver aquel equipo comprometido y solidario que levantaba a los aficionados ‘cangrejos’ de las butacas, el equipo que le daba igual ir perdiendo en el minuto 5 de partido porque sabía que remontaría, el equipo que jugaba con la cabeza erguida y sacando pecho, el equipo que se mataba en los entrenamientos para ponérselo difícil al entrenador a la hora de elegir el once. En definitiva, el equipo que todos quieren volver a ver.